
Más allá de la niebla está el dolor placentero.
En medio de historias del bosque de su sexo hago rituales paganos.
Atando sus testículos hasta ponerse fríos, celebrando un primer aniversario.
Aguanta, no por amor, no por deseo, sino por el cochino dinero
que persigue con el absurdo pretexto del Poliamor.
Es una farsa que merece castigo cada vez que lo suspendo en crucifixión y suplica un buen cierre.
Sin abrazos, sin besos, sin apapachos.
Le dejo que se cure solo, que se encuentre con los espectros y fantasmas de su vida de mentira.
Es la epifanía cuyas rebeldías le abandonan en un frio invierno.
Pollux


